Luc 19:22 Le contestó el rey: “Por tus propias palabras
te juzgo, servidor inútil. Si tú sabías que soy un hombre exigente, que reclamo
lo que no he depositado y cosecho lo que no he sembrado,
Luc 19:23 ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco?
Así a mi regreso lo habría cobrado con los intereses.”
¡Qué pasaje duro el que nos cuenta Lucas! Todo lo que hace
el Rey es perverso e incomprensible en el proyecto de Jesús, salvo que…. No soy
exégeta y espero que Dios no lo permita, pero creo que Jesús está poniendo el
centro en el servidor al que el rey le llama inútil.
“Tu que eres un hombre injusto y malvado que reclamas más de
la cuenta y lo que no te pertenece, y para dártelo hay que quitárselo a otros, a
vos te enfrento en mi humildad, yo que no soy nadie y que deberé pagar tu ira
injusta.
Pero no estoy dispuesto, aún corriendo el riesgo de la vida,
de satisfacer tus injustos deseos.
Aquí pese a todo sigue habiendo dignidad y no seré como esos
otros que con tal de satisfacer tu maldad consiguen expoliar a su pueblo. Es a
ellos que los premiaras con mas ciudades, porque sabes que te serán fieles y
tan malvados como tú, y cuantas más malvados podrán explotar a más ciudades.
Yo no me presto, te devuelvo lo que me diste, no lo usare
para beneficio ni mío, ni el que a ti te importa, el tuyo.Porque de la única manera en que podrìamos obtener tanto interès es que alguien pague la usura, y eso traerà hambre y angustia a esa gente.
Esos otros si consintieron en tus exigencias y ellos recibiran tu recompensa que esta echa con la misma sustancia de las treinta monedas de Judas el de Kariot, yo aquì, junto al Enviado que supo repartir los panes y los peces sin pedir nada para sí.
Yo soy, a partir de ahora, uno más de esos enemigos que
sabían lo malvado que eras y mandaste matar. Yo sigo siendo un seguidor del Camino."
G.Monzón
Luc 19:12 “Un hombre de una familia noble se fue a un
país lejano para ser nombrado rey y volver después.
Luc 19:13 Llamó a diez de sus servidores, les entregó
una bolsa de oro a cada uno y les dijo: “Comercien con ese dinero hasta que
vuelva.”
Luc 19:14 Pero sus compatriotas lo odiaban y mandaron
detrás de él una delegación para que dijera: “No queremos que éste sea nuestro
rey.”
Luc 19:15 Cuando volvió, había sido nombrado rey.
Mandó, pues, llamar a aquellos servidores a quienes les había entregado el
dinero, para ver cuánto había ganado cada uno.
Luc 19:16 Se presentó el primero y dijo: “Señor, tu oro
ha producido diez veces más.”
Luc 19:17 Le contestó: “Está bien, servidor bueno; ya
que fuiste fiel en cosas muy pequeñas, ahora te confío el gobierno de diez
ciudades.”
Luc 19:18 Vino el segundo y le dijo: “Señor, tu oro ha
producido cinco veces más.”
Luc 19:19 El rey le contestó: “Tú también gobernarás
cinco ciudades.”
Luc 19:20 Llegó el tercero y dijo: “Señor, aquí tienes
tu oro. Lo he guardado envuelta en un pañuelo
Luc 19:21 porque tuve miedo de ti. Yo sabía que eres un
hombre muy exigente: reclamas lo que no has depositado y cosechas lo que no has
sembrado.”
Luc 19:22 Le contestó el rey: “Por tus propias palabras
te juzgo, servidor inútil. Si tú sabías que soy un hombre exigente, que reclamo
lo que no he depositado y cosecho lo que no he sembrado,
Luc 19:23 ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco?
Así a mi regreso lo habría cobrado con los intereses.”
Luc 19:24 Y dijo el rey a los presentes: “Quítenle la
bolsa de oro y dénsela al que tiene diez.”
Luc 19:25 “Pero, señor, le contestaron, ya tiene diez
bolsas.”
Luc 19:26 Yo les digo que a todo el que produce se le
dará más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.
Luc 19:27 En cuanto a esos enemigos míos que no me
quisieron por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia.”
Luc 19:28 Dicho esto, Jesús pasó adelante y emprendió
la subida hacia Jerusalén.
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