viernes, 16 de noviembre de 2012

Pange lingua gloriosi

Pange, lingua, gloriosi Corporis mysterium, Sanguinisque pretiosi Quem in mundi pretium, Fructus ventris generosi Rex effudit gentium.
Nobis datus, nobis natus Ex intacta Virgine, Et in mundo conversatus, Sparso verbi semine, Sui moras incolatus Miro clausit ordine.
In supremæ nocte coenæ Recumbens cum fratribus, Observata lege plene Cibis in legalibus, Cibum turbæ duodenæ Se dat suis manibus.
Verbum caro, panem verum Verbo carnem efficit, Fitque Sanguis Christi merum, Et, si sensus deficit, Ad firmandum cor sincerum Sola fides sufficit.
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Tantum ergo Sacramentum, Veneremur cernui: Et antiquum documentum Novo cedat ritui; Præstet fides supplementum Sensuum defectui.
Genitori Genitoque, Laus et iubilatio; Salus, honor, virtus quoque, Sit et benedictio; Procedenti ab utrpque Compar sit laudatio.
Amen.
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Sanctus Thomas Aquina

martes, 13 de noviembre de 2012

Charles de Foucauld






Beato Charles de Foucauld  
Charles de Foucald, nació en Estrasburgo el 15 de septiembre de 1858, en el seno de una familia noble. Realizó los estudios primarios y medios en Estrasburgo y Nancy.  Su familia le ofreció un ambiente religioso, pero en los centros de estudio encontró un ambiente neutro, que unido a su temperamento inquieto y fogoso y a la falta de adecuada dirección educativa, determinó que viviera una juventud extremadamente disoluta.    
Pierde la fe a los dieciséis años y permanece en estado de indiferencia durante más de doce años. Al llegar la mayoría de edad, entra en posesión de una rica herencia, que dilapidó con su vida licenciosa.  En 1878 ingresa en el ejército y como subteniente marcha a África, en la época en que Francia colonizaba Argelia.  Se licencia más adelante para dedicarse a explorar Marruecos, a donde realizó un viaje de tres mil kilómetros, disfrazado de rabino judío, fruto del cual fue un importante estudio geográfico de Marruecos, que le valió la medalla de oro de la Sociedad de Geografía.    
Opina que la voluntad de Dios es su ingreso en la vida religiosa, y elige la trapa (cistercienses), orden religiosa de vida austera, por lo que ingresa en 1890 en la trapa de Ntra Señora de las Nieves en Francia. Allí conoce la existencia de otra casa de la orden en Siria, en Akbés, donde era mayor la pobreza, y pide su traslado a ella, pasando allí seis años. No está satisfecho del todo. A pesar de la vida austera de los monjes, tienen a su servicio labradores pobres de la región, que viven en situación precaria.    
Sus superiores le envían a Roma donde estudia teología (octubre 1896) y, ya a punto de hacer la profesión perpetua, decide dejar la orden. Insatisfecho, busca una más auténtica vida de Nazaret, imitando a Jesús, que pasó en Nazaret la mayor parte de su vida con una existencia de obrero, oscura, pero redentora.  Abandona la orden y se instala en Nazaret como criado de las Clarisas, viviendo en una caseta del huerto y entregándose completamente a la contemplación y a la pobreza. Sueña en compañeros que compartan su vida y redacta la regla de los Hermanitos del Sagrado Corazón de Jesús.    
Sí, la larga estancia en Nazaret le empuja a buscar otro sitio más pobre, donde continuar el mismo género de vida y donde hacer presente a Jesús por medio de su vida oculta. Para ello en 1901 viaja a Francia para ordenarse sacerdote y decide establecerse en Marruecos, pero ante la imposibilidad de hacerlo, se instala en Argelia, en Beni-Abbés, cerca de la frontera de Marruecos.  
Allí vive su vocación de vida de Nazaret, oculta y pobre, al servicio de los hombres, especialmente de los más necesitados. Pasa largas horas en adoración de la Eucaristía, vive como hermano de todos, acogiendo a pobres y enfermos sin distinción de raza o religión. Desde allí realiza varias correrías por Argelia, siempre en busca de los más pobres.    
Este aspecto de «Hermano Universal» es un aspecto importante de su espiritualidad: una llamada a encarnar el amor y el servicio entre los más humildes y abandonados a través de la amistad y el testimonio silencioso. Este amor, llevado a sus últimas consecuencias, exige compartir la condición social de los más pobres, el trabajo manual, el servicio incondicional.  
Atraído por el deseo de ponerse en contacto con las tribus Tuareg, se establece en 1905 en Tamanrasset, en pleno corazón del Sahara. Allí lleva una vida semejante a la de Beni Abbés. Para preparar el camino a futuros misioneros lleva a cabo una serie de estudios lingüísticos, de gran calidad científica.    Allí finalmente encuentra la muerte un 1 diciembre 1916 en el contexto de la Primera Guerra Mundial. Apresado y maniatado por una banda rebelde, un muchacho lo vigila, mientras los demás se dedican al saqueo de su residencia. El vigilante, nervioso al creer que llegaban soldados, le da muerte de un disparo en la cabeza.  
El hermano Charles deseó crear una congregación que compartiera su carisma, para lo que escribió diversas reglas, pero no lo logró en vida, excepto una pequeña «Unión de Laicos» que contaba con unas decenas de adscritos en el momento de su muerte. Más adelante, a partir de 1933, comienzan a constituirse grupos que desean vivir las diversas facetas del carisma del hermano Charles, adoptando diversas formas: (congregación religiosa, instituto secular, asociaciones de laicos, asociación de sacerdotes, etc.) y subrayando cada uno tal o cual aspecto del carisma. Surgen así como congregaciones los Hermanos de Jesús, Hermanitas de Jesús, Hermanos del Evangelio, etc, como instituto secular la Fraternidad Jesus Caritas, como laicas consagradas la Fraternidad Charles de Foucauld, como asociación de fieles la Fraternidad Secular Charles de Foucald, como asociación de sacerdotes diocesanos la Fraternidad Sacerdotal Jesus Caritas, etc.    «La forma en que el hermano Charles de Foucauld imitó a Jesús de Nazaret nos ha seducido», dicen quienes integran la amplia y variada familia espiritual de este pequeño gran hombre del desierto.
Hoy son ya once congregaciones religiosas y ocho asociaciones de vida espiritual extendidas por todo el mundo.
 www.carlosdefoucauld.org.




ORACION

"Padre mío, me pongo en tus manos; Padre mío, me confío a ti; Padre mío, me abandono a ti. Haz de mi lo que quieras.   Sea lo que sea. Lo acepto todo con tal que tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Padre. No deseo más.   Pongo mi alma en tus manos. Te la doy, Dios mío, con todo el amor del que soy capaz, porque te amo. Porque para mi amarte es darme, entregarme en tus manos sin medida, con infinita confianza, porque Tú eres mi Padre".